5 cosas que no deberíamos hacer después de una ruptura sentimental para conseguir sentirnos mejor
- Pilar del Rosario
- 2 nov 2015
- 2 Min. de lectura

Pasar mucho tiempo intentando buscar los porqués de la ruptura: analizando cada momento para intentar entender que ha pasado, en que hemos fallado o ha fallado el otro, cómo se siente el otro, que piensa el otro, etc. Es una actitud frecuente en casos de ruptura pero esta actitud es destructiva, no lleva a ningún sitio, nos produce malestar y puede hacernos sentir culpables por no haber hecho o dicho algo, únicamente genera más angustia y sufrimiento.
Dejar las pertenencias del otro como si fuese a volver en algún momento: Dejar las cosas tal como estaban hace que nos cueste más aceptar que la situación ha cambiado. Saca las cosas del otro, llena ese espacio con cosas tuyas, llena tu vida de ti y dale un cambio de aires a tu casa. No saques sus cosas con despecho ni rabia, sino guárdalas en un lugar apartado de tu vista porque aunque ahora te produzcan dolor, no dejan de ser parte de tu historia y algún día tal vez quieras recordar pero ahora no.
Revisar las redes sociales o su última conexión de whatsapp: Esto no te lleva a ningún sitio, no te beneficia en nada y únicamente te crea angustia y te hace llegar a conjeturas poco realistas. La información que recibirás será sesgada e incompleta por lo que el resto habrás de imaginarlo…y ya sabemos que nuestra imaginación puede hacernos pasar malos momentos. Hay que intentar desconectar y avanzar hacia delante.
Mantener contacto cercano con sus familiares y amigos: Es normal que después del tiempo que habéis pasado juntos hayas entablado relación y amistad con sus amigos y familiares pero por más cariño que les tengas has de tener claro que son sus familiares y amigos por lo que ellos estarán cuidando de él/ella. Ahora mantener este contacto se puede ver como una intrusión, mejor apóyate en los tuyos e intenta respetar su círculo.
No dedicar este tiempo a reconstruir tu vida: Hacer esfuerzos por encontrarte con él/ella, intentar reconquistarlo/a, saber qué hace, con quien está, seguir pensando en el pasado recreándote en lo bueno y en lo malo. Esto llega a ocuparte tanto tiempo que olvidas dedicarte a ti, a construir tu vida, quedar con tus amigos, divertirte, hacer cosas que te gustan y empezar a sentirte mejor.
Dedícate a ti, a cuidarte, a pasar tiempo haciendo aquello que te gusta, a ir a los sitios que te gustan y a disfrutar de tu familia y amigos. En pocas palabras: MÍMATE. ¡La vida puede volver a ser bella, no lo dudes!