El ejercicio nos ayuda psicológicamente
- Pilar del Rosario
- 8 mar 2016
- 3 Min. de lectura
Está sobradamente probado que hacer ejercicio físico moderado de manera regular nos aporta múltiples beneficios tanto a nuestra salud física como a nuestra salud mental pero aún así muchos se resisten a incluirlo en su rutina diaria. Tal vez sirva de ayuda el saber los beneficios psicológicos que el hacer ejercicio nos puede aportar. Comencemos por nombrar algunos:
Hábitos de vida saludable: El hecho de hacer ejercicio implica que tenemos interés por cuidarnos, por sentirnos más ágiles, más flexibles, más alegres, joviales, con más energía, etc. Es cuestión de intentar integrar la rutina de hacer ejercicio en nuestra vida. El pensar en el cuidado de la salud y de lo que nos aporta es un primer paso. Además, hacer ejercicio es incompatible con hábitos destructivos e insanos que no siempre son fáciles de eliminar por lo que puede ser un gran aliado para conseguirlo.
Bienestar físico y emocional: Cuando hacemos deporte nuestro cerebro libera unas sustancias químicas que conocemos como endorfinas, que nos hacen sentirnos más felices. Las endorfinas, son unas pequeñas proteínas que actúan como neurotransmisores de placer, sirven para luchar contra el dolor, entre otras muchas cosas, y, sobretodo, para ser feliz. También segregamos dopamina, serotonina, adrenalina, noradrenalina, entre otras y estas sustancias están relacionadas con el bienestar. De esta manera, la mente se libera, los síntomas relacionados con la ansiedad y la depresión disminuyen y se suele poder dormir mejor lo que ayuda que nos sintamos mejor.
Autocuidado: Cuando hacemos ejercicio físico estamos cuidándonos y el hecho de saber que nos estamos cuidando pone en marcha un engranaje de aspectos positivos necesarios para una buena salud emocional. Cuando hacemos ejercicio es un rato por y para nosotros, en el cual podemos dejar de pensar un poco en los demás, en nuestras obligaciones y/o problemas y centrarnos en nosotros mismos. Hay muchísimas actividades físicas que podemos hacer, sólo hay que probar y elegir cuál es la que más nos gusta y a partir de allí, seguir practicándola.
Autoconcepto y autoestima: El vernos mejor físicamente (aspecto que también cuenta) y en general sentirnos a gusto con nosotros mismos, ayuda a reactivar un sentimiento positivo que tan importante es que tengamos hacia nosotros mismos. Por eso empezar a vernos cómo una persona activa, que se cuida y que disfruta con ello provoca que el autoconcepto que tenemos de nosotros mismos se vea fortalecido. También hay que añadir aspectos como la fuerza de voluntad, la proactividad, el entusiasmo, el cuidado personal, etc. éstos favorecen la imagen que tenemos de nosotros mismos y en cierta manera mejora nuestra autoestima.
Bienestar social: Somos seres sociales y necesitamos el contacto con otras personas, aunque sea un rato al día, esto sin duda repercutirá de manera positiva en como se desarrolla nuestro día. Si estamos a gusto con nosotros mismos nos suele ser más fácil relacionarnos de manera sana con los demás. Hacer ejercicio implica salir y muchas veces también implica relacionarnos con otras personas por lo que repercutirá de manera muy positiva en nuestras relaciones. Una de las relaciones que se podrá ver reforzada será la relación de pareja ya que, como hemos dicho antes, las sustancias que segregamos al practicar ejercicio físico hará que nos sintamos mejor, que se libere energía, que nos relajemos, que nos sintamos mejor con nuestro cuerpo, etc. y todo ello hará que nos relacionemos de manera más asertiva.
Recuerda, si quieres algo tienes que luchar por ello…ya sé que es fácil decirlo aunque a veces no es tan fácil hacerlo pero el esfuerzo finalmente merecerá la pena, cuando empieces a notar los cambios en tú estado de ánimo y físico. ¡Ánimo!